jueves, julio 20, 2006

No te mueras sin decirme a dónde vas

Este blog está muy alicaído.
Necesita una inyección de primavera, un cambio de nombre o un nuevo dueño.
Unas gotas de licor de frambuesas, dos cucharadas de nuevas ideas, algo de introspección, un puñado de humor, una bolsa gigante de imaginación, un ramo de la locura de Thirthe, la ironía de MH, los encantos, habilidades y constancias de los dueños de los blogs que siempre leo, la visita de Ale del Sur, de mi prima Patus y de tantos.
Pero en el fondo, creo que murió su inspirador.
Habrá que buscar otra musa, un poco más despierta y comunicativa.
Que sepa leer.

jueves, junio 15, 2006

Dedo fácil

Con esta fiebre, yo creía que sólo ajena, por el Mundial, he participado en tantos concursos por la web que cada vez que el cartero golpea la puerta de mi casa tiemblo. No vaya a ser que me haya ganado la camiseta transpirada de Ronaldinho o un muñeco inflable con la cara de Sorín o de Crespo.
Es tan fácil todo por Internet, apretar rápido las teclas, un decidido ENVIAR y ya está, no hay como parar la cosa.
Así, por impulsos pueriles, han ocurrido las peores tragedias.
Pero también las mejores.

Sabiduría

Con el paso de los años uno se da cuenta de que muchas de las virtudes que admiraba de las personas y consideraba grandiosas,importantes y envidiables, en realidad son patologías.
Por eso, mejor ser joven.
O conformarse con saber que el mundo está lleno de locos que canalizan sus miserias por medio de profesiones maravillosas y proyectos geniales.
Yo, incluida.

lunes, junio 12, 2006

Del tomate

Hace un mes que voy al gimnasio todos los días, por razones que prefiero no recordar. Hago de todo lo más tranquilo: pilates, localizada, estiramiento, yoga, lo que venga, siempre y cuando sea sin sahumerio. Pero con esta última disciplina tengo un dilema. La postura del arado, esa en la que tantas horas pasaba las tardes de mi infancia, que consiste en llevar las piernas y el traste para atrás hasta que la cabeza queda como un ovillo apretujado, sirve para los ataques de pánico y las fobias, según explicación de la profesora.
Cuando llega ese momento me quedo sentada mirando el techo. No sé cómo decirle que a mi me da fobia todo lo que me comprime la garganta.
Y me surje la duda de siempre. ¿Qué habrá sido primero, el huevo o la gallina? ¿La fobia o el arado?

Autoestima

Me compré una nueva pala para la nieve; roja, por supuesto. Y para distinguirla de la del resto del barrio, y por que no de la ciudad, le escribí en el mango una y otra vez los nombres de los moradores de esta casa con marcador verde.
El problema es que creo que escribí mi nombre demasiado grande.
Señal evidente de que algo o mucho, por fin, está cambiado en mi vida.
¿Me habré pasado al otro bando????????

lunes, junio 05, 2006

Otoño

Las mañanas como las de hoy, en que siendo las 10.21 horas está todo tan oscuro, me pregunto qué hago en findelmundo. Inevitablemente me dan ganas de vivir por lo menos en Brasil.
Lo peor de todo es que sé, que al menos por este día, no cambiaré de opinión.

domingo, mayo 28, 2006

Soy circumpolar

Estos últimos días se realizó en Ushuaia la Eco Polar 2006, un importante evento, relacionado con el Año Polar Internacional, que se celebrará desde el 2007 al 2008 y reunirá a científicos de todo el mundo con investigaciones sobre los polos.
Como soy muy dispersa y reconozco que me cuesta mucho trabajo prestarle atención a alguien que habla más de 5 minutos, mientras tenía lugar una conferencia sobre turismo antártico, mis ojos fueron convocados por el cartel oficial de la Eco que presidía la vieja panadería de la cárcel de Ushuaia, hoy transformada en cálido salón de actos. Allí decía que findelmundo es una comunidad circumpolar.
Circumpolar. Circumpolar, una hermosa palabra adecuada para esas encuentas post-posmodernas que apuntan a elegir la palabra más maravillosa.
El encanto duró poco. Porque enseguida pensé que esa era una responsabilidad muy grande para una ciudad tan pequeña ser circumpolar.
Pero la geografía así lo dispuso. Y no tenemos otro remedio.
Y lo peor de todo es que yo también soy circumpolar.
¿Habrá alguna terapia adecuada para eso?

miércoles, mayo 24, 2006

24 de Mayo

Hoy es mi cumpleaños.
Y no sé qué me está pasando pues no deseo nada, no pienso en nada, no muero por nada.
Esto es muy extraño.
Habré madurado.
Pero me prefiero como antes, acelerada, obsesiva, creativa, emocionada.
Por ahí en junio....

martes, mayo 23, 2006

Géminis

Dicen que somos de doble naturaleza, intelectuales, comunicativos e inteligentes. También superficiales e inconstantes, complejos y contradictorios. Que tenemos mucha energía y vitalidad y la felicidad, el egocentrismo, la imaginación y la inquietud de los niños. Que somos analíticos y amantes de las novedades, que la vida es un juego para nosotros y nos gusta lo divertido, que nos desanimamos con facilidad y necesitamos muchos halagos.
Bienvenido.

Sol, sol, SOL

Pasan los años en este blog y yo sigo hablando de las mismas cosas.
No hay nada como un día de sol en findelmundo.
Yo creo que esos días, en la ciudad tendrían que decretar asueto para todos. Y al final la gente rendiría más en sus trabajos. Con mis amigas vivimos contando los días para que llegue la noche más larga, dentro de casi un mes, y no es por esa maldita fiesta que hacen adentro de un gimnasio escuchando gente cantar, que nada tiene que ver con el significado que muchos le damos precisamente a la noche más larga.
Quiero decir que lo hermoso de esa noche es que después las horas de luz se empiezan a alargar y con eso sólo ya parece que llega la primavera.
Ya sé....alguien podría decir ¿y por qué no te mudás más al norte?
Antes me hubiese reido.
Pero eso ya no me da risa.
Como muchas otras cosas.

lunes, mayo 22, 2006

La nieve

Cayó la gran primera nevada del año y, como suele ocurrir, ya quedan pocos vestigios.
No me canso de decir todos los años que lo que menos me gusta de la nieve es que venga la máquina y se la lleve toda, que además se lleve toda la nieve de todas las cuadras y cada tantas esquinas haya una montaña infernal de nieve con barro, o sea, una montaña oscura, o lo que es lo mismo, una inmensa tumba de muñecos de nieve que nadie hizo, que nadie haría aunque la máquina no se llevase la nieve porque parece que a los niños no les interesa hacer muñecos de nieve.
Sólo nos gusta a los grandes que algunas vez fuimos chicos y no tuvimos nieve.
Pero enseguida quedan todas las calles limpias para que puedan andar los vehículos.
Porque aunque no lo crean findelmundo es una ciudad de autos.
De autos, autos y más autos.
Y la nieve es una pavada que hay que dejar para los cuentos de Andersen.

sábado, abril 01, 2006

Vine, vengo, estoy

Ahhhhhh...aquí estoy, cómo pude abandonarme así y abandonarlos a todos.
Estoy de vuelta y para estar acorde con el clima de Tierra del Fuego vuelvo una tarde de mucho viento en que todo se vuela por aquí. Como siempre, de contramano, mientras todo se eleva por los aires yo desciendo a mi blog.
De nuevo estoy aquí.
Pero no soy la misma.

domingo, febrero 12, 2006

A ver, de nuevo...

Disculpen todos mis amigos y los que de tanto en tanto vienen por aquí, estoy muy vaga últimamente o no sé, no sé por que me cuesta tanto escribir en mi blog, tal vez es que escribo otras cosas y mi cabeza no da para tanto, quizás es que descanso como habría que hacer en enero o sino en febrero, o es porque este fue un verano extraño, de tiempo feo, tormentas muy negras y temblores de tierra, nieve y frio, un poco solitario. También puede ser que haya perdido la inspiración (léase motivo) o, cosa terrible, que me esté volviento absolutamente normal y no necesite hablar ni de mí ni de findelmundo, que en realidad somos lo mismo.
Oh, no, esto no lo soportaría.
No quiero volverme normal, es decir común.
Pero ya lo dijo Freud, sin neurosis no hay blog, bueno, lo hubiera dicho en el suyo si aún viviera.

miércoles, enero 18, 2006

Acuosa

Y aquí estoy nuevamente,
porque soy cíclica, como las olas, que para no aburrirse olvidan
y recuerdan una y otra vez

(ésto casi todo lo he robado de acá).

sábado, diciembre 10, 2005

Fiesta

Este año no pienso ponerme nerviosa por la Navidad, ni correr de aquí para allá, ni sumarme a la locura general de embotellamientos y colas en todas partes.
Sólo me gustaría recibir saludos.

jueves, noviembre 17, 2005

Vivir

Lo que más me gusta de esta época es saber que soy responsable, absolutamente responsable de todo lo que me sucede y también de lo que no me sucede.
Creo que es la primera vez en mi vida que tengo esa sensación.
Será por eso que estoy tan, pero tan cansada. . . .

domingo, octubre 30, 2005

Yaganes

Ayer conocí a la última de los yaganes, Cristina, (ella no dice yámana como los antropólogos).

Es chilena, porque dió la casualidad de que vive en la otra orilla del Beagle, a la que es un poco complicado ir, no como antes que los habitantes de su pueblo iban y venían sin problemas.

Yo no podía dejar de mirarla.
La miraba y la miraba embelesada mientras una chica pálida y tranquila, muy dulce, de anteojos, presentaba un libro de historias que su abuela le transmitió. Cuentos de aves que antes eran hombres y se portaron mal, de otros pájaros que querían parecerse a pingüinos a pesar de sus reducidos tamaños y finalmente lo lograron.

Ella también me miraba. No es necesario pensar mucho para descubrir la razón.

Me miraba porque sabe que de algún sueño somos primas o hermanas o aunque sea vecinas que se llevan bien o estrellas después de la tormenta.

lunes, octubre 17, 2005

Dulce Remedio

El taxi para en Gobernador Paz y Piedrabuena.
Subo extrañada, porque a ese taxi lo conozco, es el que maneja Jude Law, pero ese día lo conduce un chofer muy distinguido de uniforme azul. Jude está atrás, con cara triste. Me muestra una carta escrita en un idioma incomprensible. Intento leerla y enseguida comprendo que ni siquiera hace falta. Unos folletos entreverados entre las cuartillas dan cuenta de una fábrica envasadora de atunes, mejillones y otros frutos de mar, allá tan lejos que ni puedo pronunciar el nombre del país.
La partida es inminente. Jude se va a cosechar un océano lejano. Ni siquiera es inglés, tal vez del Mediterráneo.
Sonríe con la sonrisa de Closer y yo me pregunto cómo haré para seguir viviendo.
Me bajo en alguna esquina de esas terrosas de findelmundo con el estómago lleno de lágrimas. Lo último que veo son sus ojos verdicelestes.
Cuando despierto son las diez de la mañana y compruebo que dormí toda la noche de un tirón.
Creo que un ángel me ha curado.

sábado, octubre 15, 2005

De insomnios y gallos

Las últimas tres noches casi no dormí por culpa de la fiebre.
Indefectiblemente me despierto a las tres y veinticinco de la mañana temblando de frio, me pongo un pullover, una campera, me tomo un Ibupirac y trato de volver a dormirme. No puedo.
De a ratos leo un nuevo libro sobre Julius Popper, el famoso buscador de oro de Tierra del Fuego, pero a veces me da mucho frío sacar las manos de las frazadas para sostener el libro de Daniel Ares, un periodista argentino, que me recuerda, por la forma de romper reglas, al Federico Jeanmarie de Paises Bajos, también leido estos días, o sea, esta enfermedad. Entonces me tapo toda y mientras vigilo por entre las cortinas si ya está amaneciendo, me entretengo con los sonidos de la noche, en mi barrio.
Lo que más me sorprende es haber descubierto un gallo que canta cuando casi amanece. ¿Un gallo en findelmundo? Es demasiado raro. Acá hay mucho gato y mucho perro...pero gallo, decididamente ninguno. Bueno, uno. Y todos las noches lo espero para saber que ya amanece, a los cinco y media estos días, porque estar enfermo de día es mucho más soportable que en la oscuridad.
Cuando este bien voy a ir a ver dónde vive. Porque todas las noches lo que más me alegra es que cante y se haga la luz.

domingo, octubre 09, 2005

La tierra

Intento pasar debajo de los fuertes vientos de primavera para arrancar los yuyos del jardín. Lo que más me gusta es encontrar el centro de las plantas de achicorias, porque son como estrellas, iguales, iguales. Con mi cuchillo mágico, de serrucho gastado, las levanto del centro y las hago volar, hasta que tengo una parva y las encierro en una bolsa. A veces me da lástima, porque si las dejo crecer, una mañana me sorprenden con sus flores amarillas, pero son tan narcisistas que no dejan asomar a las otras flores.
No sé que hay en la tierra, pero en mis épocas más tristes saco de allí mi energía. Y no me puedo separar, trabajo y trabajo hasta que mi cuerpo está agotado.
Entonces entro, me baño, vuelvo a mis libros y a mis escritos, con ese cansancio diferente y la mente tan fresca.