Las últimas tres noches casi no dormí por culpa de la fiebre.
Indefectiblemente me despierto a las tres y veinticinco de la mañana temblando de frio, me pongo un pullover, una campera, me tomo un Ibupirac y trato de volver a dormirme. No puedo.
De a ratos leo un nuevo libro sobre Julius Popper, el famoso buscador de oro de Tierra del Fuego, pero a veces me da mucho frío sacar las manos de las frazadas para sostener el libro de Daniel Ares, un periodista argentino, que me recuerda, por la forma de romper reglas, al Federico Jeanmarie de Paises Bajos, también leido estos días, o sea, esta enfermedad. Entonces me tapo toda y mientras vigilo por entre las cortinas si ya está amaneciendo, me entretengo con los sonidos de la noche, en mi barrio.
Lo que más me sorprende es haber descubierto un gallo que canta cuando casi amanece. ¿Un gallo en findelmundo? Es demasiado raro. Acá hay mucho gato y mucho perro...pero gallo, decididamente ninguno. Bueno, uno. Y todos las noches lo espero para saber que ya amanece, a los cinco y media estos días, porque estar enfermo de día es mucho más soportable que en la oscuridad.
Cuando este bien voy a ir a ver dónde vive. Porque todas las noches lo que más me alegra es que cante y se haga la luz.
sábado, octubre 15, 2005
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
Cuando recuerdo mi casa, MI casa de cuando era niña, lo que más me emociona es pensar en esos sonidos del amanecer. Primero los gallos, despuúes algún que otro perro ladrando... A los minutos llegaba el señor que vendía la leche casa por casa... Entonces mi madre nos despertaba para desayunar. Bebíamos la leche, recién ordeñada y nos vestía rápido para llevarnos al colegio, todavía con los ojos medio cerrados y todos esos sonidos en la cabeza...
Un beso alicia, y gracias por evocarme nostalgias
¿¿Fiebre, gallos??
Cuidado con la gripe aviar, ¡no valla a ser que nos quedemos sin tus párrafos, dulce Alicia-a-través-del-espejo!!
Heyyy!!!
¿Enfermucha?
Si es gripe primaveral, avise que le paso la receta de vinito caliente... que cura cualquier cosa.
Y si no la cura, permite ver todo de otra forma.
Afortunada es, pues su gallo canta siempre a la misma hora. Yo tuve algunos que atrasaban todos los días un poco y otros que adelantaban también, todos los días un poquito más.
Suerte la suya!
Cuídate mucho.
Greta para los que somos demasiado visuales, escuchar de vez en cuando nos viene bien. A veces los ruidos dan miedo, pero como dijo Maquiavelo los fantasmas son más peligrosos de lejos que de cerca (citado de memoria). Cuando uno los identifica ya no asustan.
No me asustes Quito, que para eso soy rápida, es decir, para dejarme asustar. Y no esté tan seguro Ale del Sur, a mi gallo le descubrí algunas impuntualidades. No es muy de fiar, pero gallo al fin.
me gusta como cuentas. Y ya es raro encontrar un gallo que te despierte, no solo en el findelmundo. Aquí parece que ya se rigen por nuestro mismo horario o se han vuelto mudos, no sé.
besos y espero que ya no estés afiebrada. En primavera, noooooo....
Publicar un comentario