Esta tarde de nevada tímida me gustaría viajar por el mundo, quiero decir por algunos lugares del mundo.
Pero en persona, porque este vuelo rasante con el Google Earth terminó por cansarme.
Y hasta estoy un poco mareada.
Las alturas nunca me cayeron bien.
sábado, julio 30, 2005
jueves, julio 28, 2005
Madurez
A veces escribo y nadie contesta. A veces no hablo y recibo flores.
Pero ya aprendí a no esperar nada de nadie.
Ser mi dueña y mi esclava.
Y todo lo demás será un regalo.
Pero ya aprendí a no esperar nada de nadie.
Ser mi dueña y mi esclava.
Y todo lo demás será un regalo.
miércoles, julio 27, 2005
Falsa Calma
Hoy tuvimos una de esas tardes, tan rosa y helada, que parecía un buen sueño.
Los veleros en la bahía, las calles desparejas, las narices en el centro: todo se veía escarchado y mágico.
Pero es Falsa Calma, como el libro de María Sonia Cristoff sobre la Patagonia que estoy leyendo.
Debajo del brillo del hielo, hay algo que se agita.
La vida.
Los veleros en la bahía, las calles desparejas, las narices en el centro: todo se veía escarchado y mágico.
Pero es Falsa Calma, como el libro de María Sonia Cristoff sobre la Patagonia que estoy leyendo.
Debajo del brillo del hielo, hay algo que se agita.
La vida.
domingo, julio 24, 2005
Feo
Hoy en el supermercado vimos al hombre más lindo del mundo.
Pelo oscuro corto y parado, profundos ojos oscuros, naríz respingada, boca de comisuras al cielo, demasiados dientes.
Las cajeras estaban revolucionadas diciendo que no, que no es de acá, si por aquí no hay hombres así, seguro que es de Israel, no, no parece de Estados Unidos, tiene la piel demasiado oscura. Bueno, todas no, porque la chica que tuvo el gusto de atenderlo estaba paralizada y hacía gestos de robot. No pudo ni mirarlo, porque ya lo había visto antes, como todas las mujeres que de casualidad estábamos allí al mediodía. No sólo las mujeres, porque los hombres también lo miraban y hasta los chicos.
Igual no estaba tan seguro de su belleza, porque a cada instante nos iba mirando a una por una para comprobar si lo mirábamos.
Porque al final ser lindo no es sólo un don del cielo, ocasiona un trabajo y un esfuerzo y un estar atento, cosas todas que el feo se ahorra.
Pelo oscuro corto y parado, profundos ojos oscuros, naríz respingada, boca de comisuras al cielo, demasiados dientes.
Las cajeras estaban revolucionadas diciendo que no, que no es de acá, si por aquí no hay hombres así, seguro que es de Israel, no, no parece de Estados Unidos, tiene la piel demasiado oscura. Bueno, todas no, porque la chica que tuvo el gusto de atenderlo estaba paralizada y hacía gestos de robot. No pudo ni mirarlo, porque ya lo había visto antes, como todas las mujeres que de casualidad estábamos allí al mediodía. No sólo las mujeres, porque los hombres también lo miraban y hasta los chicos.
Igual no estaba tan seguro de su belleza, porque a cada instante nos iba mirando a una por una para comprobar si lo mirábamos.
Porque al final ser lindo no es sólo un don del cielo, ocasiona un trabajo y un esfuerzo y un estar atento, cosas todas que el feo se ahorra.
sábado, julio 23, 2005
Que la vida son dos días y uno llueve
Ayer no sé lo que me pasó. Desafié a todos, pero principalmente a mí misma, rompí todas las dietas que estaba haciendo, en las que invertí muchos sacrificios y control. La de comidas, por ejemplo, que comencé hace tres meses y se llevó 5 kilos, la rompí sin asco y comí sin compasión. Otras dietas mucho peores aún y en las que llevaba invertidos más tiempo y muchas necesidades reprimidas, también se rompió en diez minutos, así de fácil y de simple. Hoy me siento rara, por un lado llena y por el otro vacía, como si me hubiese sacado un peso de encima. Ahora, vuelta a empezar. Y eso no es nada, lo peor es que recién vamos por el primer día. Sin embargo, un tiempo atrás todo esto me hubiese preocupado. Pero ahora sólo me da por sonreir y preguntarme ¿y qué? Total nada de ello va a figurar en mi epitafio. Y dentro de treinta años ni siquiera será historia. Y ni que decir cuando ya no haya ni un hombre sobre la tierra que recuierde nada. Esto me gusta de ser mujer, que al final una termina siempre dándose la razón y hasta felicitándose por ello. |
lunes, julio 18, 2005
Ego
A veces la lluvia trae cosas mágicas.
Aunque pensándolo bien no ha sido la lluvia, todo fue gracias a mí que en un ataque de energía salí a buscarlas.
La lluvia es sólo una excusa.
O simplemente el escenario.
Aunque pensándolo bien no ha sido la lluvia, todo fue gracias a mí que en un ataque de energía salí a buscarlas.
La lluvia es sólo una excusa.
O simplemente el escenario.
sábado, julio 16, 2005
Sábado al mediodía
A veces me gustaría pasar con el auto arriba de un recuerdo, estudiar cómo es eso de las vendettas, que ni siquiera sé si se escribe así, pese a mi buena cuota de sangre italiana. Desearía pertenecer a la mafia, planear un asesinato, tender una emboscada, escribir un libro lleno de pormenores. Sin embargo, cuando me cruzo con una sombra le dibujo una sonrisa que hace crecer la mía. Y pienso que después de todo la vida es tan corta que de vez en cuando uno merece engañarse. |
domingo, julio 10, 2005
10 de Julio
Soy una dama que padece
El Mal de la Vacilación
Ante la duda
Emigro y me retiro
A mi universo
Personal
Soy un Chingolo de Pecho Colorado
Un Gorrioncito de Cresta Gris
Un animal emplumado
que arde
En Deseos
Adoraría
Ser un Ente productivo
Formar parte de lo Real
Integrar una Cifra Estadística
Cabos sueltos no ayudan
Si no fuera porque
Estoy involucrada
Con el Arte
Mi vida entera
Sería
Un desastre.
Este poema que tan bien me representa, como la mayoría de los suyos, pertenece a Graciela Cros, escritora que vive en Bariloche. Es de Aves, Libro de Boock. Prohibido perdérselo.
El Mal de la Vacilación
Ante la duda
Emigro y me retiro
A mi universo
Personal
Soy un Chingolo de Pecho Colorado
Un Gorrioncito de Cresta Gris
Un animal emplumado
que arde
En Deseos
Adoraría
Ser un Ente productivo
Formar parte de lo Real
Integrar una Cifra Estadística
Cabos sueltos no ayudan
Si no fuera porque
Estoy involucrada
Con el Arte
Mi vida entera
Sería
Un desastre.
Este poema que tan bien me representa, como la mayoría de los suyos, pertenece a Graciela Cros, escritora que vive en Bariloche. Es de Aves, Libro de Boock. Prohibido perdérselo.
lunes, julio 04, 2005
Un día común
Un viento helado que cruza la isla.
Noticias inesperadas.
Un cometa roto en miles de pedazos.
Horas escribiendo.
Muchas visitas alegres y ruidosas.
Cita con el dentista.
Un té de frutas muy caliente
Paseo por el supermercado.
Un lunes más.
Noticias inesperadas.
Un cometa roto en miles de pedazos.
Horas escribiendo.
Muchas visitas alegres y ruidosas.
Cita con el dentista.
Un té de frutas muy caliente
Paseo por el supermercado.
Un lunes más.
domingo, julio 03, 2005
En casa
A veces me asaltan unos deseos poco confesables de escaparme de este blog.
Y no sólo eso, sino que pienso en abrir otro donde yo sea la reina de un país lejano, del universo o tan sólo de las nieves.
Por suerte cada tanto alguien me tira un cable a tierra y me recuerda que esta es, definitivamente, mi casa.
Y no sólo eso, sino que pienso en abrir otro donde yo sea la reina de un país lejano, del universo o tan sólo de las nieves.
Por suerte cada tanto alguien me tira un cable a tierra y me recuerda que esta es, definitivamente, mi casa.
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