jueves, julio 28, 2005

Madurez

A veces escribo y nadie contesta. A veces no hablo y recibo flores.
Pero ya aprendí a no esperar nada de nadie.
Ser mi dueña y mi esclava.
Y todo lo demás será un regalo.

8 comentarios:

Huevo dijo...

Siempre metiéndome en sus frases. Incansablamente.
Cuidate mucho.

Anónimo dijo...

La frustración es un cociente entre la realidad y el deseo; y la vida es obstinadamente caprichosa.
En el instante que logramos aceptar esto, somos como niños, fluyendo frescos y espontáneos.

Anónimo dijo...

Yo también quiero todo. ¿Somos lo que nos merecemos o nos perdemos, en parte, en lo demás?. Los demás nunca dejarán de sorprenderme, ud. la primera.

thirthe dijo...

es la mejor manera de seguir, tomar lo que venga como un regalo. Con una pequeña objeción, saber que siempre hay alguien, en alguna parte, de quien podemos esperar algo.

te dejo flores.

(y sí que te envidio tus amigos invisibles...)

Alicia A Traves del Espejo dijo...

Tu comentario Thirthe: el mejor regalo, aparte de las flores, claro está.
Un beso muy grande. De aguanieve.

Alicia A Traves del Espejo dijo...

Y a mis otros amigos, invisibles o con nombres, mi findelmundo siempre estará abierto para ustedes.

Huevo dijo...

¿Ha puesto quizás, una nueva distancia en su post y sus comment´s?
¿O es sólo una incipiente tristeza que intenta apoderarse de su espacio?

Será?

Cuidate.

Alicia A Traves del Espejo dijo...

Miles de besos para Mad, la de Barcelona, la ciudad de los libros. Y sí, Ale del Sur, decididamente ando un poco triste, pero estoy empezando a pensar que mi tristeza es una tristeza fueguina, es decir, proporcional al invierno.
Renaceré en primavera.