Hoy en el supermercado vimos al hombre más lindo del mundo.
Pelo oscuro corto y parado, profundos ojos oscuros, naríz respingada, boca de comisuras al cielo, demasiados dientes.
Las cajeras estaban revolucionadas diciendo que no, que no es de acá, si por aquí no hay hombres así, seguro que es de Israel, no, no parece de Estados Unidos, tiene la piel demasiado oscura. Bueno, todas no, porque la chica que tuvo el gusto de atenderlo estaba paralizada y hacía gestos de robot. No pudo ni mirarlo, porque ya lo había visto antes, como todas las mujeres que de casualidad estábamos allí al mediodía. No sólo las mujeres, porque los hombres también lo miraban y hasta los chicos.
Igual no estaba tan seguro de su belleza, porque a cada instante nos iba mirando a una por una para comprobar si lo mirábamos.
Porque al final ser lindo no es sólo un don del cielo, ocasiona un trabajo y un esfuerzo y un estar atento, cosas todas que el feo se ahorra.
domingo, julio 24, 2005
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4 comentarios:
que bonita y novedosa definición, ...un estar atento que el feo se ahorra...,
crees que compensa el trabajo?
(yo no diría que no)
(yo también pregunto, quien es anonymus?, Alicia, esos amigos invisibles que te entran...)
todo un tema Thirthe la belleza y la fealdad, por supuesto depende de quién mire y a quien le importe. Y estos amigos invisibles que entran a findelmundo y no me dicen más...Es para que me cure de ser curiosa.
y nadie tomo fotos?
No, Jojo, a mi no me da la cara para sacar fotos en un super a un muchacho lindo. Pero su imagen me quedó grabada. No la voy a olvidar nunca más.
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