sábado, julio 16, 2005

Sábado al mediodía


A veces me gustaría pasar con el auto arriba de un recuerdo, estudiar cómo es eso de las vendettas, que ni siquiera sé si se escribe así, pese a mi buena cuota de sangre italiana. Desearía pertenecer a la mafia, planear un asesinato, tender una emboscada, escribir un libro lleno de pormenores.
Sin embargo, cuando me cruzo con una sombra le dibujo una sonrisa que hace crecer la mía.
Y pienso que después de todo la vida es tan corta que de vez en cuando uno merece engañarse.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Engañarse a uno mismo es la mejor manera de engaño; siempre sabrás la verdad y, tal vez, las razones para ello.
Feliz Día

Alicia A Traves del Espejo dijo...

Totalmente cierto, yo sé la verdad, las razones de mi engaño y más razones aún.
Igualmente, felíz día un poco tarde.

Anónimo dijo...

Yo salgo en busca de la verdad y a veces la aparto por inverosímil; y si descubro la verdad del otro, no me queda otro remedio que mentir.
Feliz día; o casi.

Alicia A Traves del Espejo dijo...

Extraña filosofía.
Me recuerda a alguien. Y quizás me explica por qué algunas personas mienten tanto...¿por qué no aceptar la verdad del otro?
No hay que temer lo inverosimil, porque cuando lo aceptás, ya deja de serlo.

thirthe dijo...

yo también miento mucho sobre la verdad del otro...y tanto puede ser bueno como no.

y de vez en cuando engañarse, no está mal.

besos.