martes, agosto 23, 2005

Cincuenta y cuatro grados

Latitud es un concepto antiguo que indefectiblemente nos lleva a la época de los grandes navegantes, a extraños aparatos para medir ángulos en el mar, a mapas humedecidos por las lágrimas de quimeras maltrechas.
Pero los habitantes contemporáneos de findelmundo aún sufrimos la latitud.
Es muy triste tener que levantarse cuando es de noche y empezar a movilizarse fingiendo que es de día.
Pero peor es tener que acostarse cuando todavía no ha anochecido.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

sí,definitivamente debe ser bastante raro.
me hace acordar a la pelicula Los Amantes del Circulo Polar. hermosa, pero a la vez...no podría imaginarlo.

Saludos Alicia!

ÓL dijo...

Bueno, al menos tienen a los pingüinos...

Huevo dijo...

Buenobueno...
También podemos pensar en que tenemos noches muuuuuuy largas y luego, contraponiendo la situación, días tan largos también.
(tá bárbaro...)

Cuidate.
Un beso.