Pero un día ella finalmente abrió los ojos.
En la isla los besos con viento norte siempre han tenido el poder de despertar a los que duermen mucho. Apuestos principes ya lo habían intentado sin éxito, y no era por falta de dones y virtudes, todos escribían muy bien y a ella lo que más le gustaba era leer y no hacer nada pero al sol. Sus hadas madrinas lo probaron todo y, comprensivas, terminaron por callar sabiamente. Ese día todos en la ciudad se quejaban por el desmesurado y cálido soplo. Menos ella, que después de tantos días de estar callada, empezaba a tener ganas de hablar.
Y quién no dice que fueron los perfumados higos de Thirthe en los cuales ella no ha podido dejar de pensar y pensar, porque es la imagen más tentadora que se le ha cruzado por la cabeza durante los últimos tiempos.
Comerse al pie de la planta un higo un poco pasado, mancharse los dedos y la ropa, los zapatos....pero eso sí, no frente al Beagle sino mirando el Mediterráneo (en todo caso el Atlántico).
Vale.
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5 comentarios:
Bienvenida entre besos, palabras e higos. Por suerte, todo se movía a tu alrededor mientras dormías, y así, he podido ir a por unos higos maduros a reventar para que tus hadas madrinas te los acerquen con el viento norte hasta ti.
Más besos, dulces y perfumados.
Has vuelto (aunque siempre estás) con la calidez de ese viento y la inmensidad de tu mar, cualquiera sea. Las avutardas bochincheras ya anuncian la larga estadía del sol... quizás también anunciaban tu regreso, como un masaje en el alma.
Mis respetos.
Que bueno que volviste. Parece que encontraste de nuevo la llave de acceso a Findelmundo...
Me alegra infinito que la brisa del norte te haya llevado la dulzor de los higos de Thirthe...
Es maravilloso que te hayas despertado y asomes la cabeza a tu blog, al blog que mirábamos y en el que notábamos tu ausencia...
Espero que en ese despertar haya una sonrisa dulce, de sabor a higos, que te mantenga con un espíritu alegre para siempre.
Te queremos. Muralla
Gracias por darse una vuelta cada tanto para espiar si estoy. Prometo ser más constante. Yo también paso a menudo por sus casas, aunque sólo sea para fijarme si dejaron alguna luz encendida.
Besos, hoy también con viento, aunque no sé si viene del norte.
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