Hubo un temporada de lluvias casi tropicales en findelmundo.
El cielo se oscurecía de pronto, se encrespaban las aguas del canal y en dos segundos se desataba el diluvio de gotas gordas, casi dolorosas.
Me he mojado con ganas y sin ganas, sin querer y a propósito, siempre mucho, como cuando no vivía aquí y este tipo de lluvias era lo cotidiano.
Me he mojado con placer y a veces hasta con tristeza.
Pero era necesario.
Había mucho por lavar en findelmundo.
Ahora se siente más fresco.
viernes, enero 14, 2005
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3 comentarios:
Pessoa:
No todo es días de sol
y la lluvia cuando falta mucho, se pide.
Ahora se siente más fresco. Qué curioso, sucede lo mismo después del llanto.
Me resulta agradable sentir la lluvia fina en la cara
Besos, Alicia.
..pero hay que mojarse, a veces es necesario, aunque un poco frio...
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