No tiene ojos insinuantes, tampoco sonrisa misteriosa, no es como el retrato de la señora de Francisco del Giocondo, encima, pobre, con esas orejas cortadas y esas pestañas tan sin gracia.
Sin embargo, no puedo dejar de mirar a esta oveja.
La miro y la miro y no me puedo despegar.
Está como expectante, a la espera paciente pero contenida, me huele, está alerta, no me deja.
No le confío para nada, pero la dejo.
Sé dónde y cuándo está. La huelo y la dejo hacer.
Me gusta ser su víctima.
Saciar su necesidad.
Porque en el fondo la necesito.
Y me calma como nada en el mundo.
Todo lo demás es pura retórica.
9 comentarios:
¿Sí? ¿Por qué? He leido poco de Saint Exupery, en especial buscando sus experiencias por los cielos australes, pero no veo en qué se parece mi post a su escritura.
No en balde contamos ovejitas para dormir, y los replicante sueñan con ovejas eléctricas.
No, no me acordaba hernando. Pero me encantó tener al principito en mi blog y a que pierda tiempo el domingo por mi culpa
Pero para mi la oveja es un símbolo.
O una metáfora.
Me gusta ese nombre, la oruga gritona. Parece un cuento.
Mmmm...
Yo el sábado a la noche cociné y luego cené un corderito al horno con especias, acompañado de ensaladas varias, que estaba riquísimo.
Al estar acompañado por amigos, una poesía.
Un beso y cuidate.
Ah, pero seguro que no era mi oveja. Mi oveja no se deja meter en el horno (ni en ninguna parte). Un beso.
Enhorabuena! Volvieron las fotosssssss!
Linda oveja. Me gusta más tu gato del año pasado, igual.
Slds.
La oveja y el gato son la misma persona, Quito, digo el mismo animal, perdón.
La foto sacó una amiga, y no aclaro esto porque te gustó más el gato, sino porque me había olvidado de decirlo.
¿Cómo que el gato y la oveja son el mismo animal...?
¿Es un artilugio de los magos del sur, que metamorfosean mamíferos para fines turbios...?
Slds.
Sí Quito, así parece....
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