jueves, septiembre 02, 2004

Niña

Tiene nueve años. Tres veces a la semana la mandan a la Escuela de Bellas Artes a estudiar dibujo, pintura y modelado después que sale del Eucarístico. El establecimiento queda a siete cuadras de su casa, caminando por la diagonal. A veces va sola y cuando esto sucede lo que más le gusta es pasar por la fábrica de dulce de leche, aunque ya no recuerda el motivo. El camino lo conoce de memoria, pues casi todas las mañanas va a la biblioteca infantil ubicada en el mismo edificio. La bibliotecaria no puede entender cómo hace para leer tan rápido y la tiene registrada como la mejor lectora de su edad. Ella piensa que ni vale la pena aclarar que a veces sólo mira los libros. Le gusta mucho dibujar, pero es desprolija para pintar y muy torpe para el modelado. Las estecas se le pierden. Le molesta la aspereza de las manos luego de acariciar la arcilla. Odia el olor de la témpera. Las escaleras del viejo edificio están muy gastadas. Hay muebles con espejos y puertas de vidrio por todos lados con obras de los alumnos. Una tarde mientras espera para entrar a clase se reconoce en un espejo. Es la primera vez que se ve entera, que tiene una imagen tan elocuente de su cuerpo. Se observa muy alta, demasiado para seguir llevando los zoquetes y los zapatos guillermina que hacen parecer enormes sus pies. Se siente inhibida. No ve la hora de llegar a su casa. Cuando lo hace se saca las medias y los zapatos. Nunca más los volvería a usar, nunca más podría alejarse de los espejos ni dejar de esperar la sensación de ridículo. Y ni siquiera había escuchado hablar de Findelmundo.

9 comentarios:

manuel_h dijo...

"desprolija": es un término que aquí no se utiliza apenas. Me ha recordado una tira de Mafalda, sobre Manolito. Todavía me estoy riendo.
Me ha encantado tu post, ¿pero a qué también te ríes con Mafalda?
un beso

Alicia A Traves del Espejo dijo...

¿Qué significa desprolija por allá? ¿No querrá decir algo muy inconveniente para que lo sea una niña de 9? ¿Y qué Manolito era desprolijo? ¿Quién dijo? Es mi personaje favorito de Mafalda; en cambio Susanita no me simpatiza para nada. Ninguna Susanita. Todos los Manolitos.

Alicia A Traves del Espejo dijo...

¿Qué significa desprolija por allá? ¿Algo quizás inconveniente para una niña de 9? Manolito es mi personaje preferido de Mafalda; en cambio Susanita qué querés que te diga...Esto de escribir del pasado lejano creo que lo copié de vos y lo de usar la tercera persona me gusta mucho porque siempre queda la duda de si el protagonista es uno o no.

Ferran Moreno dijo...

La prueba del espejo es tal vez la peor prueba a la que tenemos que enfrentarnos todos nosotros: verse y reconocerse. Y a lo peor no te gusta lo que ves.

Que yo sepa, desprolijo no se usa en otro sentido: simplemente por aquí no se usa. Así que la niña puede seguir siendo tan desprolija como quiera.

Alicia A Traves del Espejo dijo...

Como verán soy muy indecisa, escribí la primer versión para el comment, me arrepentí, escribí otra, pero guau...que salieron las dos. Así que ahí me tienen a cara lavada y con maquillaje. ¡Bienvenido Uno Que Pasaba! Hiciste bien en darte una vuelta y de paso recordarme que también tengo que hacerte una visita pues tu blog me gusta mucho. Me preocupa Thirthe que anda desaparecida. En cuanto a lo del espejo es así, pero algo tal vez mucho más grosso es pasar por la otra prueba del espejo. Esto sucede cuando un otro nos hace enfrentar con lo peor y lo mejor de nosotros. Es una prueba muy dura, de la que no todos salen indemnes. Y no sé por qué digo todos. A alguna gente nunca le pasa y sigue por la vida como si nada.

manuel_h dijo...

No se usa desprolija, como te han dicho. Pero el significado es el mismo: supongo que más o menos poco cuidadosa.
La tira de Manolito que recordaba era la que hacía un castigo: copiar 100 veces "Debo ser más prolijo en mis tareas" (o algo así). Pero se equivoca, e inmediatamente se quita el zapato y borra con la goma del tacón.

Alicia A Traves del Espejo dijo...

Sí...jaja...me acuerdo, es más, me siento demasiado identificada y aquí se me acaba la risa.

Lulamy Angouleme dijo...

Qué dulce te ha quedado una historia tan común.
Me ha encantado, sigue brillando, ahí hay algo.
Un beso.

Alicia A Traves del Espejo dijo...

Oh, Lulamy, qué emoción verte por aquí, te he leido en el blog de Thirthe y siempre tienes una visión de las situaciones tan originales...