Hoy anduve haciendo trámites, visitas, compras, gimnasia, todo junto por las calles más empinadas de Findelmundo, bajo un sol increible. Quizás no entiendan lo importante que es para nosotros un día lindo. Toda la gente estaba de muy buen humor, también combinando los soleados aires del Beagle con escapadas del trabajo y esas cosas. Yo ya no funciono sin sol, aunque los días grises también me gustan, de vez en cuando. Con sol no sólo me lleno de energía, sino que la cabeza saca a relucir viejos sueños que andaban un poco olvidados. Volví a pensar en una mujer sobre la que me pasé un par de años investigando y todavía no escribí nada serio. Quizás ahora pueda ponerme a realizar ese trabajo, aunque tampoco sería malo descansar algo más, antes de apasionarme de nuevo.
¡No sé por qué no puede pasar un día sin que me complique la vida! Por qué no podré ser como algunas de las mujeres de mi barrio, que son felices en su casa y no necesitan nada más. Yo necesito muchas cosas y pareciera que al final ninguna me contenta del todo. Me sucede algo así como a los seductores compulsivos que van de conquista en conquista porque ninguna mujer puede llenarles el vacío. Dentro de todo lo mío es una suerte, porque no hago sufrir a nadie en mi búsqueda. ¿O sí?
miércoles, septiembre 01, 2004
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7 comentarios:
Si hay algo que amo es el sol en la cara, en la mañana, en esos segundos en que mi transporte dobla en una esquina desnuda y los dedos de nuestra estrella tocan desesperados la ventana, y mis ojos cerrados. A mi me pasa igual: me llena de energía.
Bienvenida a la neurosis.
Q.
Yo no me fio nunca de la aparente felicidad de nadie, ni siquiera de la de las mujeres de tu barrio. Rascas un poquito, quitas la cáscara y te encuentras lo de siempre, lo que nos hace infelices y a la vez más humanos y más queribles.
besossss
¿Por qué ustedes dos, bueno, tres, con Thirthe, no son mis vecinos? Me encantaría.
graciassss, pero a lo mejor, vistos más de cerca, te encuentras con algún ogrito
Ya lo pensé...
SIGNIFíCASE LA PROPIA BREVEDAD DE LA VIDA,
SIN PENSAR, Y CON PADECER, SALTEADA DE LA
MUERTE.
¡Fue sueño ayer; mañana será tierra!
¡Poco antes, nada; y poco después, humo!
¡Y destino ambiciones, y presumo
apenas punto al cerco que me cierra!
Breve combate de importuna guerra,
en mi devensa, soy peligro sumo;
y mientras con mis armas me consumo,
menos me hospeda el cuerpo, que me entierra.
Ya no es ayer, mañana no ha llegado;
hoy pasa, y es, y fue, con movimiento
que a la muerte me lleva despeñado.
Azadas son la hora y el momento
que, a jornal de mi pena y mi cuidado,
cavan en mi vivir mi monumento.
Franciso de Quevedo
Gulp...qué extraño esto de leer a Quevedo tan lejos de la secundaria...si hasta me gusta. Profundo. Doloroso. Certero. Y quien manda esto ¿no será alguien que siempre me lee el pensamiento, alguien que a veces me asusta porque se me parece demasiado?
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