sábado, agosto 14, 2004
Blanco
Días inciertos aquí en Findelmundoo. Ayer, cuando nadie pero nadie lo esperaba se descolgó una de esas nevadas que nos dejó a todos blancos y mágicos. Después salió el sol y las calles se pusieron relucientes como espejos. Fui la primera que salió a mirarse en el pavimento, justo enfrente de mi casa. Al rato, uno de esos perros del barrio hizo lo mismo. A la media hora todos los vecinos le hacían muecas a la calle. ¡ Cómo te gusta usar las cosas para lo que no son! Con la maldad de alguna gente me construí una escalera al cielo. ¿Y ahora cómo hago para bajar?
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