De Findelmundoo se cuentan muchas cosas por ahí. Como por ejemplo que:
1. Un día un borracho que andaba por la playa se acostó a dormir en una cuevita al lado del mar. Nunca se despertó. Esa mala ballena varada se empacó, no quiso abrir la boca.
2. Un avión pasó de largo. Los pasajeros tuvieron que bajar en el Beagle. Llenaron el aeropuerto de algas y estrellas.
3. Cuando cambiaron la hora hace unos meses y tenían unas pocas horas de luz los habitantes adoptaron actitudes muy extrañas, como ponerse a cocinar a las cinco de la tarde u olvidar a los hijos en el colegio hasta el otro día. El cambio no duró mucho.
4. La mejor época para estar en findelmundoo es enero, porque se va toda la gente y uno recupera espacios perdidos. Los turistas no molestan mucho.
5. Lo feo que tiene este lugar es que mucha gente anda de paso pero uno no.
6. Findelmundoo no tiene nada de fin del mundo. A veces parece la calle Florida a las cinco de la tarde. A veces
lunes, agosto 16, 2004
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