domingo, agosto 22, 2004

Gato seductor



Este gato, de edad y nombres desconocidos, aparecía en mis viejos posts. Lo vuelvo a traer porque me gusta mucho la foto, no sé si tanto por el animal como por los colores. Lo encontré un sábado al mediodía, muy lejos de casa, cuando salía de gimnasia con el alma en paz y el corazón contento. Iba camninando cuando mi ojo fotográfico lo vió, así, como si alguien hubiese estado preparando la pose durante horas y horas. Mis manos se desesperaron por buscar la cámara adentro de la mochila, entre zapatillas y remeras. Alcancé a sacarle cuatro fotos, con ojillos abiertos y cerrados, dos de perfil, siempre con la cola tiesa, en guardia, preparado para el ataque, la naríz tan rosada que daban ganas de comérsela...no...qué asco. Lindo gato, tan armonioso y saludable que hizo que me gustaran los gatos, que para nada me gustaban.
O sea, un gatejo seductor, porque creó en mí una necesidad que yo no tenía. Por eso mismo desapareció. He vuelto a pasar por esa extraña casa, de chapa lisa, sin pintar, pero del gato ni noticias. Alguien le estará sacando alguna foto, alguien a quien no le gustaban los gatos y que ya no podrá dejar de pensar en esa naríz rosada. Algún día las víctimas de los gatos seductores tendríamos que unirnos en una ONG, redactar un estatuto de adveretencia y proteger a la otra mitad de las mujeres del planeta que aún no se topó con él.
Quiero ser la presidenta.

4 comentarios:

Quito dijo...

Fantástico.

Me encanta esa sutil forma de pararse, y el pecho henchido de soberbia (tal es mi prejucio hacia los gatos) Maravillosa la vanidad del animal, inmutable mientras le sacabas fotografías.

Te felicito, una vez más.

Slds.

Alicia A Traves del Espejo dijo...

Te cuento que del gato tuve que escapar antes de que se lanzara sobre mí, aunque ahora que lo pienso, si era un gatito seductor, lo más probable es que todo haya sido teatro.

manuel_h dijo...

Estoy seguro de que lo hipnotizaste!!

Alicia A Traves del Espejo dijo...

No, no creo. Estos gatos sólo pueden ser hipnotizados por ellos mismos. Cuando se acercan a alguien es sólo porque quieren ver su brillo reflejado en el espejo de los demás. A los que trabajan de espejo les cuesta volver a juntar los pedazos. Sabés de lo que hablo. Que andes bien.