Hoy, por ejemplo, me desperté, bajé a hacerme el desayuno y volví a tomarlo en la cama, como hago siempre, pero siempre, siempre. Mi cabeza y mi cuerpo los tenía juntos, la cabeza dijo galletitas con mermelada diet y mi mano solícita abrió la heladera, sacó el frasco, lo abrió, buscó una cuchara. Mientras tomaba mi café, demasiado dulce, la cabeza empezó a hacer de las suyas, a recordar un tiempo muy extraño de la vida en que no sé por qué dejé de buscar y buscar, un tiempo poco serio, digamos sólo un juego, alguien dijo, entonces mi cuerpo se interpuso, horrorizado, increpando a la cabeza, buscando en la caja con las fichas un recuerdo alternativo. Y al final, como siempre, todo se fue al carajo, el cuerpo enojado se levantó y se fue a bañar, la cabeza quedó allí sola, rumiando incoherencias.
Ay, Findelmundo, que aparezcan pronto por favor las hojas brillantes de los ruibarbos y las flores de los lupinos que alegran mi casa y las tardecitas esas de primavera en que las calles se llenan de gente y el mar está calmo y brillante. Quizás sea lo único que podría reconciliar a mi cuerpo con mi cabeza.
¿Y vos por qué no me leiste nunca, pero nunca, nunca?
domingo, agosto 29, 2004
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
Algo raro pasa con tus posts, porque muchas, pero muchas veces los termino pensando lo mismo: Pero si sí te leo!!
Algo raro también pasa con tus comments...porque hoy no te entiendo mucho...digo que no te entiendo nada...explicame, please...
Anulo el comentario anterior...jaja...ahora si te entiendo
Y de ahora en más voy a escribir para los que me leen solamente. Disculpas.
Yo, como Manuel, también te leo. Pero dime, de donde dices que vienes que has borrado todas las entradas anteriores, o he leído yo mal??
Yo creo que había leído antes eso de...y vos por qué no me leiste nunca?
Es pura curiosidad, tenías antes otro blog?
Besos a través del espejo.
Publicar un comentario