Mientras caminaba hacia mi casa bajo la nevada, me encontré nuevamente con ese silencio infinito que hace tiempo me viene llamando la atención cuando nieva. Es como una calma contenida, nada se escucha, nadie habla, nadie pasa, pero causa la misma impresión que el ruido de una bomba. Uno de esos silencios más estridentes que un grito. Uno de esos silencios que asustan.¿Será un anticipo de la eternidad?
martes, agosto 24, 2004
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