Me pasa algo extraño con la ropa. Muero por comprarla pero después no la puedo usar enseguida. La tengo que dejar estacionar varios días; quizás hasta un mes o más. ¡Y ni que hablar de los zapatos! Los odio hasta que no se parecen a mis pies. La ropa que no tiene mi forma me resulta incómoda. Me fascina la ropa vieja pero limpia, rota pero mía, comprada pero guardada. Tendría que contratar a alguien para que me use un poco la ropa nueva. Igual no me compro mucho, casi nada digamos, nada. Cuando tengo que vestirme bien parece que llevara un chaleco de fuerza, no me sienta el arreglado. Mi estilo es este, un estilo de entrecasa, para subirme a los techos, sentarme en cualquier lado, secarme las lágrimas, lustrar bronces con el codo y limpiar las telarañas con la rodilla. Pero a veces, sólo a veces, casi, casi nunca, me compro algo y desde el primer momento no puedo dejar de usarlo. Lo uso y lo uso y tanto somos uno en el otro que ya ni me reconozco. A ese lo llamo por un tiempo el uniforme.
¿Y vos, por qué no me lees?
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
5 comentarios:
la ropa de las tiendas es impersonal, necesitamos dejar nuestra propia huella en ella, para convertirla en algo unico, distinto y especial.
Yo no te leía pòrque ni siquiera sabia que existias, prometo no olvidar que andas por algun lado de este pequeño gran espacio.
Mi unica pretension con la ropa a esta altura es que me entre... Si seguimos asi, voy a salir a la calle vestida unicamente con mi delantal de leopardo.. jajaja!
Saludos
¡¡¡¡Bienvenida Gaddira!!! Hoy te fui a visitar yo también. En cuanto a ese delantal, Foca, juro que algún día me lo vas a tener que prestar. No aquí, ni ahora. También a esa increible gata de un ojo azul y otro como miel, sólo para una sesión de fotos. Qué vieja que me vine que ando persiguiendo gatos....
Le presto lo que necesite cuando quiera, Vecina. Para eso estamos. Eso si, mi gata roba... Tengo que compartir el amor de mi chico con ella, que no se si no la quiere mas que a mi. Para la próxima me consigo un gato tuerto, sarnoso y mutilado.
Besitos
No, en realidad vieja no, sólo enternecida....
Publicar un comentario